Erase una vez una colmena de abejas que tenían una abeja haragana que solo le gustaba chupar las flores y no llevaba miel a la colmena.
Como las abejas eran tan serias se cansaron de que la abeja no hiciera nada entonces le dijeron que tenia que trabajar y la abeja respondió que lo iba a intenta; la abeja guardia le dijo que debía trabajar desde mañana y la dejo pasar a la colmena. y así pasaron muchos días en que la abejita salía de la colmena a pasear en las mañanas y al regresar en la tarde las abejas guardianas le insistían en que debía trabajar y que las oportunidades ya se le estaban agotando, y su respuesta siempre era que al siguiente día comenzaría trabajar para que la dejaran pasar.
Llego el 20 de abril y hacia mucho frio, la abejita corrió para entrar en la colmena pero se lo impidieron las abejas, ella les suplico que la dejaran entrar porque podría morir de frio y ellas respondieron que ya era tarde que eso era su problema por no haber trabajado.
La abeja se fue muy asustada y creyendo que moriría por la lluvia y el frio y caminando tropezó y cayo en un hueco de un árbol, en este vivía una serpiente de color verde y lomo rojo.
La abejita pensó que la culebra se la comería y se sorprendió mucho cuando esta le pregunto que hacia hay, y le respondió que era por no trabajar en la colmena.
La serpiente le dijo que solo se merecía que se la comiera por perezosa y la abejita le suplico que no se la comiera que seria muy injusto para ella. Así que la serpiente dijo que le daría una oportunidad que si ella ganaba se la comería o si la abeja ganaba le dejaría pasar la noche en la cueva.
La serpiente propuso que girara un trompito de eucalipto y la abejita dijo que no podía hacerlo porque era muy difícil para ella por ser muy pequeña; a cambio la abejita le propuso que ella podía desaparecer del lugar sin necesidad de salir de la cueva.
La serpiente dijo que lo hiciera y la abejita le pidió que se diera vuelta para ella desaparecer, y ella se oculto en una planta pequeña que estaba en una pared de la cueva y esta planta era de las que cierran sus hojas al contacto con cualquier insecto, la abejita se oculto tanto que la serpiente no la podía encontrar, después de tanto buscarla escucho una vocecita que decía que si podía salir sin que se la comiera y la serpiente contesto que si.
Pasaron toda la noche en la parte mas alta de la cueva pues toda la noche llovió muy fuerte e hizo mucho frio y la abejita solo recordaba lo bien que vivía en la colmena y lloraba en silencio.
